Soledad se siente sola. No se encuentra porque no se busca. Abandonada, en un lugar del cual se siente extranjera, decide ir tras su propio paradero a través de un avatar nacido del Word. Abogada, cansada de lo injusto, decide poner el Poder Judicial dentro de un cuento y sobre esos renglones decretar sus leyes, creencias, mandamientos y antojos. Así comienza esta relación entre Soledad y Mar: personaje mágico que va tomando forma, y vida, quien la lleva a dar una vuelta al mundo, girando alrededor de su propio eje, buceando en mares y escalando cimas, alrededor de esos 360º de horizontes, selvas, desiertos y cielos. Dividida entre su realidad y la búsqueda desesperada entre las teclas, se pierde. Acaba en un psiquiátrico donde conoce a Paloma, quien le dará ciertas pistas. Tres mujeres. Una búsqueda entre laberintos y naufragios. Un deseo. Un camino.