A veces vuelvo atrás y todo me parece un sueño. El día en el que volví a sentirme joven y recordar momentos del pasado que me torturan hasta el día de hoy. Lágrimas que se derraman sin un porqué, o porqué ahora. Pensé haberlo dejado todo atrás y sin darme cuenta, el pasado vuelve para castigarme, con la silueta de una persona que pensé haber dejado que el tiempo la borrara de mi memoria. La vida no perdona a nadie, y tal y como me dijo una persona realmente especial, en el fondo siempre tendremos a un niño que no quiere hacerse mayor, y aún encerrándolo en el fondo de tu alma, sigue luchando día a día por salir. Ya han pasado 60 años y por fin decido terminar este relato. Gracias Diana, tú fuiste la estrella que se ve sólo una vez en la vida.