Guardianes. Solo una palabra, una simple palabra hizo que mi vida cambiara para siempre. Que mi abuela materna haya sido una lo hace aún más raro. La primera hija de la primera hija de la primera hija. Así ha sido siempre y así será. Resulta que una de esas soy yo, al igual que lo fue mi abuela. Somos guardianes. Todo aquel primer hijo del primer hijo de la descendencia de los guardianes nos toca serlo. Ahora se preguntarán. ¿Guardianes de qué? Es muy simple, creo. Nos encargamos de proteger la Tierra de amenazas fuera de éste mundo. Digo de éste porque hay infinidades de mundos, y uno nunca sabe si querrán invadirnos o no. Aunque en mi parecer no creo que quieran un mundo tan destruido como el nuestro. Es más, creo que seríamos de los que invadiríamos. Volviendo al tema de los guardianes, resulta que mientras sos guardián no envejeces. Al menos no hasta llegar a la edad de tu máximo esplendor. A lo que me refiero es que llegas a la edad en donde más fuertes son tus sentidos y poderes. Si, tenemos alguna clase o especie de poder, aunque todavía no descubrí el mío. Volviendo al tema de que no envejeces, bueno, resulta que mis compañeros de equipo fueron también los de mi abuela, sólo que ella decidió retirarse y seguir con su vida, cosa que hizo que mi mamá naciera fuera de todo ese peligro, y luego yo naciera. Y cuando te confunden con tu abuela, bueno... Es mejor que lo lean ustedes mismos.
Teressa
PD: Ésta es la primera carta que escribo para mis hermanos, si algún día decido enviarla. Escrita después de pasar todo un día entero tratando de digerir la información que escribí anteriormente.
Bell descubrirá algunos engaños de sus seres querido
Por un estraño deseó viaja entre mundos para hacerce más fuerte y poder volver a Orario y ser el último héroe
Los personajes y las imágenes no me pertenecen sus derechos a sus respectivos creadores