Merit nunca tuvo intención de enamorarse pero lo hizo.
Tobías nunca tuvo intención de hacerle daño pero lo hizo.
Y aunque ambos pensaban que ninguna cosa los separaría, estaban equivocados. El dolor ha tocado su puerta y al menos uno de ellos sabe que haría lo que sea necesario para sanar el dolor el otro, pero el miedo y la culpa, amenazan con destruir el amor que viven.
Merit nunca amo a nadie más, excepto a él. Nunca espero por nadie más, pero a él, todas las primeras veces en su vida han sido a su lado, y ahora desechos por el dolor; Tobías no cree que pueda perder más cosas, sin embargo, ahí está, dejando su hogar perdiendo a la mujer de vida.
Tobías y Merit deben decidir si su amor es más fuerte y soporta todo o al contrario son un número más de parejas rotas y mientras conviven en un colorido edificio, se encuentran en lados opuestos de la habitación, él esperando que su esposa lo ame de nuevo y ella esperando que algo mejor suceda ahí fuera, observando melancólica desde la ventana.
Ambos deberán descubrir si el amor en realidad cura todas las heridas.
Ella odia la atención
Él adora la fama que tiene como jugador
Ella ama leer
Él ama el fútbol
¿Conseguirán ser más que amigos aunque ella sea vasca y él catalán? ¿Aunque ella odie el fútbol y él leer? ¿Aunque él la vea como la fan del Athletic y ella como el defensa del Barça?