Llevaba una vida normal hasta hace poco. Clases, fiestas, padres pesados, notas, exámenes... Este año había sido el último de bachiller, ahora tocaba las pruebas de selectividad para la universidad. Exactamente derecho para criminología quería hacer. Bien, la cuestión es que mis dos mejores amigos Zayn y Niall también venían conmigo a clase, yo pensé que harían otra carrera, pero no, los tendré pegados a mi culo el resto del año.
Solíamos ser inseparables, hasta hace poco, cuando nació mi teoría a la que yo llamo 'el don de confundir sentimientos'.