Él ya no me quiere

Quería más, lo quería a él. Ella correspondió ese beso, descargó sus ganas en esa unión. Era increíble. Se sentía bien hacerlo. Joe la acorraló contra la pared, mientras desesperado besaba la boca de su nuera. Con sus manos que parecían autómatas, aprisionaba la cintura de Lesley. Las piernas de la joven se enroscaron como una víbora por su presa, en la cintura de Joe. Él dispuesto a todo, desabrochó sus pantalones. Ardía de lujuria. Necesitaba hacerla suya. Bajó sus manos hacia los muslos de la muchacha, dispuesto a hacer a un lado la ropa interior de ella. Él se apartó de su boca y jadeante volvió a confesar;

- Siempre te he amado. Nunca podré olvidarte.