Cuando Ricardo se enteró que Vandal había muerto su corazón se partió en miles de pedazos imposibles de juntar. Se convirtió en un joven solitario, sin ganas de tener al menos un poco de felicidad en su vida. Y se juró así mismo que nunca se iba a enamorar otra vez y que Vandal sería la única persona que podría haberlo roto tanto. "-Somos como estrellas, una vez apagadas, nadie nos recuerda"