Eleonor no podía dejar de ver el pequeño atrapa sueños de colores en su mano, le parecía realmente hermoso, se mantenía dentro de un pequeño plástico translúcido que ella suponía protegía su belleza. En cambio Aron estaba asustado de la reprimenda que sus padres podrían darles, no quería que los castigaran, no de nuevo, ellos podían ser buenos delante de la gente a su alrededor pero a solas para Aron eran como los dinosaurios de las películas, esos grandes tiranosaurios rex que con el mínimo movimiento te perseguían hasta destruirte. - Vamos nor o nos castigaran. - Eleonor centro su atención en su hermano volviendo a la realidad - - Corre ron. - exclamo ella al ver la hora en su reloj de rayito -