Esto es solo un pensamiento, una pequeña carta para aquellas personas que viven enamoradas de un amor fantasma, un amor invisible al que se aferran, lo dan todo de ellos y simplemente alimentan a la nada, al egoísmo, al ego y al dolor. Cariño, léeme, con cuidado, tengo las mejores intenciones y solo quiero quitarte la venda de los ojos.