-Cuéntanos, Eligia. ¿Algo que haya marcado tu vida? -La muerte de mi abuela. -Respondió de inmediato sin titubear. -Cambió mi vida totalmente. -Oh, lo lamento mucho. Eligia quiso sonreír ante las palabras de su profesora, pero si lo hacía quedaría como una loca. Odiaba las presentaciones de comienzo de semestre; siempre le tocaban preguntas bobas, pero esta vez la interrogante le fue como anillo al dedo. Ironías de la vida. De seguro todos estarían pensando que fue de una forma trágica que esa muerte la marcó, sin embargo no es así. Desencadenó que ella ahora estuviese anotada en una universidad al otro extremo de su país, donde nadie la conocía, escapando de un grupo de idiotas que la trataban como si ella fuese a liderar batallas o algo así. Simplemente idiotas mal de la cabeza. Un golpe seco a la puerta del aula y esta cayó, dejando ver a un chico que Eligia conocía muy bien. -No otra vez... -Murmuró Gia, suspirando.All Rights Reserved
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