Es la madrugada más solitaria de esta parte del mundo, el silencio no es nada cómplice para lo que está a punto de suceder, no solo para los planes del maestro, sino para todos nosotros. Muchos intentaron crearlos desde tiempos remotos, pero la alquimia no está hecho para cualquiera, tienes que estar dispuesto a perderlo todo para ganarlo todo, alguno que otro farsante, mediocre, allá en los tiempos en que todo el mundo parecía querer tener las cosas más novedosas, cuando estaban a la expectativa de nuevos inventos, con el bombardeo del Internet, mostraban explicaciones burdas de cómo crearlos, en ridículos y famosos por cierto, llamados tutoriales, pero en estos tiempos ya todo eso ha quedado en el pasado, sería gracioso contarles a mis hijas que antiguamente tenías que conectar un cable a una especie de caja que le llamaban CPU y podías navegar en internet con el marasmo virtual de esos tiempos, ya las imagino riéndose de lo cruel que nos tocó vivir aquellos días donde todo era aparentemente normal, hoy en día, la idea de dinero, efectivo, el billete , la moneda han desaparecido de nuestro sistema globalizado, el carnet de identidad, ese tonto papel que teníamos que portar siempre para identificarnos ante algún suceso sospechoso, la tarjeta de crédito, los antecedentes penales, exámenes médicos, currículo, correos electrónicos, cuentas online, conexión telefónica, inalámbrica, todo eso lo tenemos en nuestro cuerpo, un microchip.