Todos formados en fila, rodeados por camionetas y hombres. Rodeados de espesos árboles. Confusión, todos inundados en confusión. "-¿Ya se mearon en los pantalones?" Y luego la ira, el terror. Un hombre salió de una caravana con un bate de béisbol, con una sonrisa socarrona, burlándose de nuestra desgracia. Palabras y palabras, risas, chistes negros. Silbidos, burlas, amenazas. "-Mataron a muchos de mis hombres. Mandé a matar a los suyos y mataron aún más." Miradas retadoras, de odio y miedo. Lágrimas, dolor. "-Tengo una idea." "-De tin, Marín. Cucara matara, títere fue. Yo no fui, fue tete..." Súplicas ignoradas, promesas inalcanzables. De nuevo, amenazas vacías. Primer golpe. Gritos, llanto, impotencia. Burla, más golpes. "-Puedes irte al carajo." Muerte.