Él es amante de la sangre, los gritos, el dolor, las lágrimas y la cacería de sus víctimas. Y su objetivo, soy yo.
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El pueblo de Sinister Curse, a pesar de su nombre, es un pueblo tranquilo, hosco, rígido y dirigido por la formalidad y la bondad de su gente. Pero todo eso cambia con su vuelta, con la vuelta de la verdadera maldición de ese pequeño y próspero pueblo.
Alanna solo quería que volvieran, lo quería, aunque no podría nunca admitirlo en voz alta y es que muchas veces dicen que tengas cuidado con lo que deseas porque puede cumplirse , eso ella lo sabría muy bien puesto que, el deseo de Alanna se cumplió. Los Caduto volvieron al pueblo que abandonaron hace cinco largos años, años en los que nuestra querida niña no olvido sus hermosos ojos grisáceos.
Volvieron las desapariciones, volvieron los miedos y los gritos en la madrugada. En el bosque reino de nuevo el terror de aquellas almas traicionadas por su belleza, almas atemorizadas por la soledad de las noches, noches de color gris.
¿Tiene consecuencias desafiar a una bestia? ¿Las tendrá para Alanna?
¿Cuántas almas más debe entregar un pequeño pueblo para recuperar su tranquilidad? ¿Deberá entregar la suya nuestra querida niña?
¿Cuánto caos puede provocar una bestia antes de que amaine su furia?
"Cuando un alma pura es robada injustamente, otra será el carnicero del ladrón. Recuerda niña."
Aviso: contenido delicado, esta historia contiene escenas +18, violaciones, asesinatos, trastornos mentales, escenas homófobas/racistas y a veces lenguaje que no es adecuado para todo el público. Si entras y decides a acompañarme, debes aceptar las consecuencias querido lector.