Realmente odio a la gente. No la soporto.
Todos son unos hipócritas superficiales que están vacíos por dentro. Sí, vacíos, no tienen ningún tipos de sentimiento. Solo lloran cuando se les rompe una uña o cuando les sale una arruga. Solo les duele que les deje el novio que parece un modelo porque va a perder seguidores. No, ni eso, porque a la mínima ya están con otro.
Piensan en alcanzar siempre la perfección cuando ni siquiera existe. Solamente se mueven por intereses y si no encajas en su perfil, olvídate de entrar en sus vidas.
Soy increíblemente roquera. Visto así, me maquillo así, y no dejo de escuchar Rock. Mi vida se basa en pasar de la gente, así, sin más, enviándolos todos a la mierda, como supongo que habéis podido deducir antes.
Quien quiera estar, que esté y quien no, pues muy bien. No se puede obligar a una persona a permanecer a tu lado si ella no quiere estar ni puedes quedarte en un sitio donde no te quieren. Así de simple.
Todo cambia. Un míster Ojos Azules produce algo en mí que no conozco. Siento odio, mucho odio hacia él, no podríais imaginar cuánto. Se piensa que lo es todo cuando no lo debe conocer ni su madre. Sin embargo... También me atrae, me atrae demasiado para mi gusto. Pero no me gusta, no le quiero. No lo haré. Me lo prometí a mí misma: No volveré a enamorarme.
Fiestas. Alcohol. Universidad. Salidas. Y unos ojos azules. Unos putos ojos azules que me vuelven loca.
Lo siento, no todo puede salir como una cree.All Rights Reserved