41 parts Complete MatureMe levanto a las cinco y media o seis de la mañana y no me acuesto hasta cerca de las doce de la noche y, a veces, estoy tan cansada que no me queda más remedio que echarme a llorar. De no ser por el aceite de hígado de bacalao que estoy tomando, creo que habría tenido que guardar cama". Dos décadas después, la historia se repetiría con su hija Ellen, que a esa misma edad se convirtió en la octava de ocho criadas de otra casa de la capital británica. Como recién llegada, le tocaban las tareas más duras. Tenía que cepillar los suelos de madera con una mezcla de jabón líquido y polvo de sílice que le dejaba las manos y los antebrazos en carne viva. La mayoría de las noches se quedaba dormida llorando.
Hasta el día que su madre descubrió a su patrón intentando abusar de su hija, que se lo hiciese a ella ya no tenía importancia pero a su propia hija! Eso la termino de volver loca, cogió el atizador y lo golpeó con iría.
Se limpio la sangre de las manos, salió con su hija de esa casa, aún no había amanecido, llego hasta la pensión donde se alojaban preparó una roida maleta y le entrego a su hija todo el dinero que había ahorrado. Le susurró al oído una dirección le entrego un medallon y le abrió la puerta.