-No quiero que te vayas. - Susurré mientras lo rodeaba con mis brazos. -Yo tampoco quiero irme, pero algún dia volveré, y volveré por ti. ¿Esperas por mi? -Acunó mi rostro entre sus manos. -Solo si tú me esperas a mi - Le dije mientras lo miraba a los ojos y sonreía de lado - Te voy a extrañar. - Ésta vez lo abracé más fuerte. Y ahí estaba yo: Con 16 años, en un aeropuerto, despidiendo a mi mejor amigo y la primera persona que ganó mi corazón. Y me dejó aquí... Esperando por él. Sin estar segura de que volvería.