Aún así procuró no levantar demasiado la voz, después de todo, ese era el trato; Kurokocchi no iba a negarse a todo lo que le pidiera el rubio, y a cambio, este dejaría de ser tan pesado. Kuroko sonrió; No estaba enamorado del chico, ni cerca, pero...sentía que quizás podía llegar a sentir algo parecido si las cosas seguían así.Todos los derechos reservados