Tras abandonar Daguelna guiado por su sed de conquista, Aleyu comienza su vengaza, dejando tras de si un gran derramamiento de sangre. Pero Aleyu sabe que el enfrentamiento final contra el asesino de su padre se acerca, y extenderá delante de él toda su crueldad antes de este encuentro. Sin embargo, el hallazgo de unos pergaminos antiguos lo llevará a una gran revelación.