Si ella pudo olvidarse de todo aquello estoy segura de que yo también podré... El frío de su corazón es peor que caerse a un lago congelado de Alaska, peor que el invierno de Oymyakon, sin embargo estoy segura de que nada es imposible, de que se puede sobrevivir al tacto de cualquier corazón helado y soy consciente de que si no pudiera un simple giro de muñeca podrá arreglar todo.