Hemos visto historias de hombres que les gusta jugar con mujeres pero, ¿qué sucede cuando a la que le gusta jugar es a una mujer? Si ellos tienen el derecho de hacerlo, nosotras también podemos. Llegó el momento de divertirnos y hacerlos pagar. ¿Qué tanto caos y drama puede traer ese juego insasiable?¿Llegará el amor?All Rights Reserved
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