Frio... no era capaz de sentir mis extremidades, la blanca nieve impregnandose poco a poco de la sangre que escapaba de los cortes en todo mi cuerpo, podía sentir como mis labios, casi congelados, ya tomaban un color morado oscuro, mis piernas enterradas bajo la nieve hasta mis rodillas, mi vista comenzaba a nublarse, de mi boca solo salía un agudo hilo de voz casi inaudible.
Sentía como mis lágrimas salían expulsadas de mis ojos como fuego para un segundo después convertirse en una gota helada, era capaz de no sentir dolor, a estas alturas era imposible sentir algo.
Sentía como la vida dejaba poco a poco mi cuerpo inmovilizado, cómo cada inhalación de oxígeno era cada vez más difícil y pesada de realizar, por cada segundo que pasaba perdía cualquier oportunidad de que alguien me aviste con tanta nieve sobre mi.
y un segundo antes de darme por vencida y cerrar mis ojos... la ví, su cabello negro como la misma noche, su piel palida como la misma nieve y esos ojos... grises casi imposibles de diferenciar con el blanco de sus ojos, esos ojos que me devolvieron la vida con solo verlos.
Tenía frente a mi al mismísimo ángel de la muerte, solo que en esta ocasión, estaba devolviéndome la vida.
Esa noche, a mi cuerpo le devolvieron la vida, ven, sígueme.
Ahora nos estamos conociendo
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E. Rodríguez .
Cuando "Kamin" es el nuevo inspector de la estación y el impulsivo capitán 'Jess' tienen que trabajar en conjunto para resolver el misterioso caso de ocho amigos que sucedió después de beber, salir de fiesta y jugar VERDAD O RETO, un juego que se supone que es divertido. Es aterrador cuando alguien muere después de jugar. Desde las ocho de la noche A la mañana siguiente sólo quedaban siete. En cambio, el juego no terminó esa noche; todavía continúa, con cada vida siendo un peón en el juego Hay muchos acertijos que te hacen pensar. y necesitan encontrar respuestas rápidamente. Antes de que sea demasiado tarde.