¿Alguna vez habéis estado encerrados en un lugar pequeño, siniestro y húmedo? Seguro que la mayoría diréis que no. De los que digáis que sí, la mitad solo habréis estado en una alcantarilla o parecido. Los otros, obviamente, la habréis pasado en prisión. Pero, ¿y si os contara que nada de lo que podáis imaginar se asemeja al pandemonio en el que estuve?