De la misma manera, hace muchos siglos, en los albores de nuestra historia moderna, Nosotros, legión disidente de la hegemonía heterosexual, fuimos arrojados a un ostracismo social en el que aún nos hallamos sumidos y del que, a fuerza de una belleza y energía renovadas e inagotables, queremos ahora escapar para irrumpir, rutilantes y esplendorosos, en el Imperio Heteromaníaco hasta derribarlo y reconstruir otro mucho más amplio que nos abarque y en el que la Humanidad entera nos confunda entre sus habitantes, ángeles y demonios por igual.
Con la intención de contribuir a este vasto propósito he robado estas historias que la Historia ha mantenido siempre ocultas en su armario, porque ocultas siempre han sido nuestras generaciones de seres oscuros, habitantes inextinguibles de un submundo despreciable y aciago que ahora pretendemos, ya de una vez por todas, abandonar.