Existen todo tipo de obsesiones en la vida. Diferentes maneras para aferrarte a algo. Todo mundo tiene una obsesión. Los hombres al alcohol, las mujeres a las compras,los niños a las pelotas de color fosforescente y los adolescentes al cigarrillo, inclusive a las drogas y todo aquello que nos hace un daño severo pero que es imposible de dejar. Como sea, aquí el punto es que yo tengo una terrible obsesión con los libros. Si, soy ese tipo de chica desquiciada que sigue soñando con encontrar al chico de sus sueños pero que deja todo al lado por tener las expectativas muy altas de los chicos. Porque chicos ficticios...No hay. En la vida real el chico mujeriego y misterioso que tanto nos enloquece en los libros es nada mas que un sujeto malhumorado sin ningún objetivo ni metas en la vida. Este año fue la gota que derramó el vaso. Sin duda el día dieciséis de agosto del año 2020 fue el día que cambió radicalmente mi vida. Un giro loco y desesperado. Mi libro más atesorado desapareció. Y un chico desconocido apareció en su lugar. ¿Quién se imaginaria que un personaje ficticio lograra salir del libro y este fuera de la mira de los demás? El sueño frustrado de muchos lectores obsesionados. Una locura tremenda. Lo sé. ¿Quizás eh perdido la cabeza y para escapar de mi espantosa realidad me eh inventado esta historia? Tal vez. Pero tampoco me pondré a cuestionar la única cosa maravillosa que me ha ocurrido en toda mi despreciable existencia.All Rights Reserved