Jason ha vivido en la misma casa desde que era un niño, y la ventana de su habitación da contra la ventana de la casa vecina, esto dándole la oportunidad de hablar con el chico de a lado...
En su niñez, fue el pequeño pelirrojo, sonriente y con pecas cubriendo su piel que disfrutaba jugar con el, hacerlo reír y su gran compañero del crimen
En su adolescencia cuando lo conoció, en su tiempo más difícil, él lo ayudó, con sus bonitos ojos cielo y sonrisa más brillante que el sol, aquel que lo llevaba por el buen camino y hacia que su corazón se alocara y se sintiera vivo
En la adultez, fue el delgado y encantador joven, un cerebrito de ojos océano que le ayuda a revivir aquel sentimientos que hace años creía perdido
Jason recuerda a cada uno de ellos, y pronto se ve reunido con ellos, y aunque ya no sean del todo como antes, y hayan cambiado, para el aun son, los chicos de a lado...