Las cosas han cambiado, las personas han cambiado, pero aún sobrevive solo la gente fuerte, eso no ha cambiado.
Sigo creyendo que quizás todo mejore en algún momento, tener esperanza es lo único que me mantiene con vida.
Cuándo todo empezó tan solo tenía 9 años, mi infancia se acabó rápido, tuve que madurar muy pronto, no quería hacerlo pero tenía que hacelo.
Al principio eran solo unas cuantas noticias extrañas sobre un nuevo virus, mostraron como las personas que morían volvían a la "vida" y que lo primero que buscaban hacer era comer carne fresca. Las cosas se salieron de control y la cuarentena ya no ayudaba, la mayoría quería evacuar de la ciudad, pero yo vivía con mi madre en un pueblo un poco lejano de la ciudad, ahí igual las cosas estaban mal, así que nos fuimos de ahí para encontrar un lugar para refugiarnos.