Si amar pudiese asegurar la felicidad, muchas personas habrían sido felices sin necesidad de sufrir, pero la historia, la memoria, los años y su propia vida le habían enseñado a Jin Ling que amar no aseguraba la felicidad ni la seguridad de ser amado en respuesta. Entonces, podía decidir callar y no insistir con sus emociones. Pero su corazón era solo suyo, y como tratar con él era decisión suya.