Durante diecisiete años vivió en un lugar que lo único que emitía era un sentimiento de tristeza y cuando por primera vez encontró algo por lo cual vivir, se le fue arrebatado y lo único que quedo fueron escombros en esa historia de desesperación. Después de cinco años atormentado por los gritos de su fantasmal melancolía, volvió a aquel pueblo tan lejano del mar, para poder entender el porqué de tan doloroso final.