-Hija, vamos a mudarnos- Y lo que Sadie no sabía era que despues de esa pequeña oración, su vida daría un drástico giro, secretos, sueños, fantasmas, en incluso muertes, comenzarían a ser parte de su vida cotidiana, porque después de todo, Sadie se había comprometido a ayudar a esa chica que siempre aparecía en sus sueños, ¿Un cuento de hadas con final feliz? No, más bien, que, la trágica historia de esa chica seria descubierta por una jovencita de 14 años quien tristemente, no sabría que años más tarde, ella sufriría lo mismo. -¿Quién eres?¿ Por qué apareces en mis sueños?¿Necesitas ayuda?Puedo ayudarte...-.