Sara era feliz. Sara se casó con Tomás aún cuando conocía su enfermedad. A Sara no le importaba disfrutar de su amor 2 o 3 años, quizás con suerte 4. Porque Sara amaba a Tomás con locura, y le prometió estar a su lado hasta el final de su último aliento. Tomás finalmente falleció, y Sara sintió que su mundo se rompía por completo. Destruida y sin ganas de seguir adelante Sara se sume en una profunda depresión y en un eterno recuerdo. Pero sus amigas consideran que ese no es el final que se merece la joven de 26 años, por eso van a tratar de hacerle ver a Sara que en la vida hay segundas oportunidades. Un nuevo trabajo, nuevas compañeras de piso y quizás..., ¿un nuevo amor?