Grionne Killman, una chica de 17 años que pretende ser dulce, aplicada y divertida a los ojos de las personas parece estar guardando algunos secretos. Desde muy pequeña ella sólo ha intentado vivir día a día, pero claramente el universo no se lo a puesto fácil, volviendo su vida un tanto sangrienta y rodeada de muertes
La joven inteligente y encantadora que perdió a sus padres tres años atrás. La muerte del señor y la señora Killman, quienes a su ves también solían hacerte creer que eran la familia perfecta; dejan sobre ella muchas responsabilidades ya que su hermana mayor se fue de casa un año antes del trágico suceso por razones que son desconocidos para Onne
Ella, perdidamente enamorada de un chico, hace cosas que nunca en su vida creyo hacer, pero al final, ella se entera de cosas, que le hacen creer que su historia de amor no es un cuento de rosas
Sufriendo de algunos trastonos mentales leves decide usar eso a su favor para un resultado más personal, con un fin totalmente inesperado que nos enseñará a descubrír ¿que obtienes cuando te cruzas con una enferma mental, solitaria, en una sociedad de mierda que siempre la abandona y la trata como una porquería?
El pueblo de Wilson es tranquilo, regido por sus costumbres y creencias religiosas muy estrictas, donde Leigh ha crecido, siguiendo cada regla y pauta como se le ha indicado. Un pueblo donde no se recibe con mucha gracia a los recién llegados así que cuando Los Steins se mudan a su lado, Leigh no puede evitar sentir curiosidad.
Los Steins son adinerados, misteriosos y muy elegantes. Lucen como el retrato perfecto de una familia, pero ¿Lo son? ¿Qué se esconde detrás de tanta perfección? Y cuando la muerte comienza a merodear el pueblo, todos no pueden evitar preguntarse si tiene algo que ver con los nuevos miembros de la comunidad.
Leigh es la única que puede indagar para descubrir la verdad, ella es la única que puede acercarse al hijo mayor de la familia, el infame, arrogante, y frío Heist.