Ámbar se sentía sola y no tenia más compañía que las drogas, no tenia a Sharon, su abuelo parecía tener asco y odio hacia ella, nadie quería estar cerca de ella, Simón la dejo ahogarse sola y no le dio la mano que siempre le ofreció cuando estuviera en problemas, una sobredosis acabaría esto, no más dolor pero ¿a que precio? les daría la razón y no quería eso, la soledad nunca fue su amiga y ahora no podía escapar de ella, estaba por su cuenta...
La ciudad está fría y vacía,
no hay nadie para juzgarme.
Cuando tú no estás, no puedo ver con claridad.
Yo dije, oh... Estoy cegado por las luces.
No, no puedo dormir hasta que siento tu caricia.
Yo dije, oh... Me estoy ahogando en la noche.
Oh, cuando estoy así,
tú eres en la que confío.
Tarde lluviosa, falta de paraguas y resfriado inminente. Kagami se ve obligado a llevar a Kuroko a su casa ya que cae enfermo en mitad de la calle y, con una gran tormenta fuera, al final el jugador fantasma tendrá que pasar la noche en la guarida del tigre. ¿Saldrá ileso de la terrible tensión sexual que mantienen entre ellos?
Portada de @martusmuertos en Twitter.