Mi padre me convirtió en el error que hoy era, destruyo todo en tan solo unos segundos por que por supuesto, no fue suficiente herirme físicamente durante siete años, no le complació que mi madre se haya sacrificado recibiendo aquellos golpes y heridas en mi lugar. Nunca le importe, ni siquiera a mi madre quien fue lo único que alguna vez pude considerar mi refugio hacia todo el dolor, quien siempre pudo ver aquel sufrimiento que tanto ocultaba y la que dio su vida por salvar la mía. Una noche basto para que él terminara con todo lo que fue mi vida entera, mi esperanza sobre el dolor, ese hombre al que llamaba padre termino con la vida de la mujer que durante tanto tiempo vi derramar el color que hasta hora fue mi obsesión y el recordatorio de que yo fui la culpable de lo que ocurrió aquella noche de Mayo. Aquella que no pude recordar después de cuatro años. Nunca volví a ser la misma después de eso, el dolor siguió en mí, la esperanza no volvió y solo ocultaba todo lo que sentía a las personas que aun no había perdido. Sabía que estaba mal pero no tenía otra opción, ellos no lo comprenderían, nadie seria capaz de hacerlo. Mis cicatrices las ocultaba bajo un abrigo. Mi dolor no llegaba a ser visible tras mi falsa sonrisa, fingía estar mejorando cuando cada día el sufrimiento era más presente en mi interior y aquel color era lo único que lograba ver al tratar de recordar lo que mi mente bloqueo por completo. Ellos no lo entendieron, no lo comprendieron, no vieron lo que yo vi, lo que yo pase. ¿Por qué habría de hacerlo él? ¿Por qué habrías de hacerlo tú?All Rights Reserved