La vulnerabilidad de los humanos sale a la luz. Por primera vez, su poder e inteligencia parecen no ser suficiente para combatir con el enemigo invisible que los acecha. Mientras el miedo y la desesperación los invaden, las energías de Oxideron luchan por pasar desapercibidas entre los humanos. Es la única táctica que los llevará a cumplir con su gran objetivo.