No es un secreto que existe la discriminación, el irrespeto y la falta de consciencia en los institutos. Tamsin Graham puede afirmarlo mientras un ataque de pánico recorre sus nervios. Siempre fue la chica solitaria y excluida de la clase, con utópicas aspiraciones de conseguir un hombre que la tratase como algo más que una simple persona, pero siempre postergando sus ganas de ser feliz para regresar con su novia, la soledad.
¿Novia? Sí... qué loca suena esa idea, pero ¿sería posible? Una chica que la tratara como algo más que una simple persona, sí. ¿Quién mejor para entender a una chica, que otra chica? ¡Ah! Pero hay un problema: nadie entiende a Tamsin. Ni ella misma, en algunos casos.
Esta es la historia ficticia pero real, que hablará por muchas personas y callará a demasiadas otras.