mi objetivo eres tú

Se prisionera de cada verso de este poema
Se la que posee la llave que me encadena a esta condena
Que tu mirada niñada y tus manos de porcelana sea el ancla que me sujete en la furia incontrolada de la fiera tormenta
En la que cada noche me empuja y embruja para que ausente describa cada lanza
Que me atraviesa delantando así mis pasos por el fuego abrasador donde tu mirada no alcanza
A los lados del paso del fuego están arqueros obedeciendo las ordenes de la diosa monotonía
En posición de dos lanzan sus flechas de mentiras, cobardía, sumisión y pleitesía
Cabeza gacha avanzo rápido con la capa de la indiferencia y un escudo forjado por el recorrido tus caricias
Tras pasar los arqueros malditos, unos arboles gigantes llaman mi atención
Sigue valiente guerrero me susurran con una leve brisa al oído de mi honor
Que no te importe los impedimentos que el destino te pone para ponerte aprueba
Largos arroyos de distancia nos separa de la unión de nuestros labios en la claridad mas ocur