Los textos que otros dejan, los sentimientos que se impregnan en aquellas palabras que no difieren entre sí mismas, son laberintos sin fin, el fin de un comienzo o tal vez algo que jamás existió y fue parte de una mentira, una ilusión o un sueño que terminó. «Los recuerdos nos abrazan dejando una marca que no podremos quitar. Te abrazo porque ya no puedo estar contigo.» «CON CARIÑO, YO»