El poder verte desde la distancia me era suficiente, llenaba mi alma, me conformaba con las historias inventadas que recreaba mi mente, aquellas en las que estábamos juntos. Pero ahora que probé el néctar de tus labios, pude verte a los ojos y fui capaz de tocar tu piel, aquellos pensamientos no volverán a aparecer.