Renée Hadaway y Spencer Reid. Unos chicos genios que se tienen el cariño más genuino y sincero que podría existir. Aún son pequeños como para amar, o al menos es lo que les han dicho sus padres, pero ellos lo dudan, porque nunca habían sentido algo igual al estar cerca de una persona, ese nerviosismo, esa adrenalina. Son tan felices, que parece que esos momentos nunca van a acabar, pero el destino tiene diferentes planes para ellos, por desgracia, el destino los separa por 15 largos años, hasta que un deseo de justicia en el mundo, los vuelve a unir. 15 años, más que suficiente para olvidar a una persona ¿En todos estos años se puede dejar de amar? ¿El corazón puede olvidar por completo un amor tan puro, sincero y verdadero como lo es el primer amor? Quizá sí, si la persona no lo valía. Pero de las que sí lo valen, personas como esas de las que solo se encuentran una sola vez en la vida, esas, nunca se olvidan...
Muchos de los personajes no me pertenecen, es sólo una fanfic que hice por diversión.
Hay hechos que cambiaré para que mi historia fluya, estos cambios son hechos a propósito.
Nadie está a salvo de los malos.
Todos son traidores.
Todo lo que se ha convertido el Imperio es una forma de asesinar, una forma de venganza de la que nadie podrá salir vivo.
Para Eva que está secuestrada y fue obligada a casarse con el rey, la hará volverse una persona más manipuladora, mientras el ejército de los rebeldes crea planes para derrocar al rey, un hombre que se creía muerto resurge de las cenizas para rescatar a su amada y dar posiblemente una batalla final donde todo acabe.