Una punzada vino fuertemente a mi pecho. Me agarre esa zona, discretamente, intentando apaciguarla. Tratando de no hacer gestos raros delante de todos, gestos de dolor, de sufrimiento...por perder a la única persona que he amado en toda mi vida. Por perder a mí mejor amigo, y no decirle nunca que me había enamorado de él, desde que éramos unos críos.