"Solo... diles que son los mejores y que... Sams no tiene la culpa de nada de lo que haré"
Dean ya no está, Sam vive la vida que siempre quiso, y Savannah no tiene otra opción mas que avanzar sola, como siempre lo hizo. Las cacerías, su pasado incierto y la ira en su interior se vuelven cada vez mas estresantes, hasta que luego de muchos meses, su compañera de trabajo le trae una nueva noticia: Los Winchester han vuelto, buscan a su hermanita y planean cerrar las puertas del infierno. Odiando la idea, Savannah se ve obligada a ir con ellos, a fin de cuentas, el sentido de su familia siempre ha sido "Protegerse entre ellos, no importa qué".
Y con ese objetivo en mente, terminará decidiendo no solo el futuro de sus hermanos, sino también, el del infierno entero. Pero... ¿Por qué especialmente del infierno?
Los hermanos Winchester al fin lograron librarse de Chuck y en ese camino perdieron a muchas personas queridas, pero siguiendo adelante ayudando a personas de mounstros. Muchas veces intentaron construir una vida normal, sin embargo, todo fue en vano.
Jack les brindo la libertad que ellos querían, dándoles la oportunidad de que elijan su propio futuro.
Los Winchester siguieron con el negocio familiar, pasando momentos con las personas que les quedaban considerándolos como familia, pero hay algo que a Dean Winchester lo tiene inquieto y es que su mejor amigo, un ángel del Señor, antes de sacrificarse confesó sus sentimientos hacia el cazador y este decidió no pensar en ello, porque después de todo él estaba muerto, lo que no esperaba era que el ángel que lo tomó y lo sacó de la perdición volviera.
Ahora sin duda tendría que lidiar con todo lo que llevaba meses negando... sus propios sentimientos.