En el origen de la creación sólo existía Khaos, dios de las tinieblas y el caótico cosmos, pero no pasó mucho tiempo antes de que de la misma oscuridad nacieran cuatro entidades llenas de Luz y misericordia. Juntas, las cuatro entidades creadoras trajeron orden a la creación, fundando un número de realidades casi infinitas con posibilidades igual de bastas. Pero Khaos no estaba contento con esto y no tardó en desear destruir todo lo que sus hijos habían logrado sin importarle que en cada una de esas realidades habían nacido y prosperado formas de vida con alma y conciencia propia.
Fue entonces que se desencadenó una batalla sin cuartel que duró varios meses hasta que en un momento desesperado las cuatro deidades creadoras sacrificaron sus espíritus para desterrar a su padre a otro universo lejano con una deidad creadora mucho más poderosa con la esperanza de que nunca pudiera escapar. Pero en el proceso Khaos fragmento su existencia, logrando que solo su cuerpo y alma fueran desterrados, manteniendo su conciencia en el universo que por derecho le pertenecía y estaba dispuesto a recuperar a toda costa.
Sabiendo esto, con su último aliento las deidades creadoras se aseguraron de que su padre no pudiera recuperar su poder, destruyendo la maquinaria de la realidad, extrayendo de esta ocho mecanismos fundamentales que esparcieron por todo el introverso para que Khaos nunca pudiera encontrarlos y traer de vuelta el caos al universo entero. Pero las cosas no podían seguir así para siempre y un día por una broma del destino encontró uno de los mecanismos más poderosos de los ocho que habían sido ocultos, dando inicio a su plan para recuperar su poder de una vez por todas.
Lo que llevó a la última entidad creadora con vida a reclutar a Alexis López, un chico que pensaba que su vida estaba destinada al fracaso, y a otras cuatro contrapartes suyas para encomendarles la misión de encontrar los siete mecanismos restantes y salvar al universo entero