Estando en mis cavilaciones me percaté de que nunca tuve un momento de paz en toda mi vida y meditando esto sólo pude llegar a la conclusión de que me encuentro en lo más profundo del abismo. ¿Qué pasa cuando más de una vez tocas fondo y te sientes incapaz de volver a la superficie? Tal vez pienses en llegar a casa relajarte y olvidar por un momento todos tus problemas, ¿no? Yo no puedo hacer eso; mi casa es mi infierno y el demonio que gobierna, es mi padre.