Seiya y Saori van a afrontar su propio destino ante los dioses olímpicos. ¿Se confesarán el amor de su vida? ¿Descubrirán el origen de sus verdaderos sentimientos? "En el cielo de verano Pegaso cabalga extendiendo sus alas, libre, indómito y sin ataduras de ninguna clase. No hay ser humano capaz de someterle. Solo la diosa Atenea se dice que posee un freno de oro capaz de subyugarle. Aunque ahora sea caballero de Sagitario, Pegaso siempre será el espíritu de Seiya y, como él, únicamente sometido a los designios de su diosa".