Logan se frotó la cara con ambas manos en la ducha, ahogando un gruñido de frustración. Sus malditos juegos lo estaban volviendo loco, ignorarla no había funcionado, al contrario, ella jugaba con él todavía más. ¡Acababa de entrar al baño en ropa interior! Por Dios, él no era de piedra. Todo en Brynne resultaba atrayente, su voz sensual y coqueta, sus labios rojos... Logan gruñó. Era como si su cuerpo le rogase a él que la tocara. No podía permitir eso. ❝El diablo se escondía detrás de una cara bonita con ojos azules y sonrisa devastadora; y buscando unos ojos en los que resguardarme, terminé perdiéndome en los más hijos de puta.❞ © extraordinhxrry