La vida suele dar muchas vueltas, Las personas cambian de un tiempo a otro, eso fue lo que pasó con aquella pareja de enamorados que por circunstancias ajenas a ellos se tuvieron que separar, para que la vida los volviera a juntar pero con papeles totalmente distintos a los que conocían. -¿Me vas a matar, eh? Te atreverías a tocar a uno de los criminales más buscados en todo corea- Su voz sonó segura para al fin darse la vuelta manteniendo sus manos en alto y fijar su mirada en los gatunos ojos del jefe de departamento de casos. -Lo siento pero ya tuve el privilegio de tocarte, ¿no? Mi pequeño Park Jimin- Hablo el Jefe Min apuntando con su arma justo en la cien de aquel chico de cabellos rosas que en algún momento fueron cafés No podían estar más que sorprendidos aunque sus semblantes mostraban otras expresiones, Podía ser creíble que Park Jimin del cual se había enamorado el Joven Min en su adolescencia se convirtiera en aquel jefe de la mafia más grande. Kitty Gang.