Una noche fría de invierno Rose Maxwell fue salvada de un posible asesinato. De no ser por él ahora estaría muerta. La mayor sorpresa fue cuando encontró a su salvador en su misma universidad. Aunque lo único que le dijo a la inocente Rose fue que no sabía de lo que hablaba. Pero si pensaba que se iba a librar de la curiosa chica estaba muy equivocado. Ella sabía que había más como él, aunque no sabía exactamente lo que eran o para quién trabajaban, pero lo quería saber pronto, ya que ninguna vez había deseado descubrir algo con tanta impaciencia. Sí, lo quería descubrir, aún sabiendo que era peligroso o que sería demasiada carga tener que lidiar ella sola con semejante secreto. Pero lo que ella no sabía, es que al descubrirlo, ya estaba dentro.