Savanna ni se imaginaba que salir a bailar una noche con su mejor amiga y socia, Mika, sería el fin de su vida normal cómo la conocía. Después de poner en su lugar a un cretino manos suelta con la ayuda de Catriel, el apuesto bartender, es testigo de sombras con formas humanas drenando la energía vital de los jóvenes celebres.
Una noche, uno de esos seres se inmiscuye en su cuarto, y le reclama respuestas que no tiene. Por qué puede verlo. Por qué ahora. Por qué ella.
Los constantes acosos y bullyng por parte del espectro llamado Damrik saboteando su cita con Catriel, los ataques de demás espectros, demonios y seres humanos, junto al descubrimiento de una misteriosa caja oculta entre las cosas de su mamá muerta, conteniendo un medallón y muchos secretos, verdades y mentiras, decide ayudarle. Al parecer el mundo pende de un hilo, pero Damrik no sólo busca detener a Frankfruzzel de alzar al demonio más poderoso para hacerse con el mundo, sino venganza por el asesinato de su familia y el suyo propio.
Emprenden un viaje a Córdoba hacia quién tendría todas las respuestas, y con el cambiar al cielo estrellado también lo hace la forma cómo ve a Damrik. Cada vez los sentimientos por ese espectro dentro de una persona al azar, se tornan más fuertes e intensos que lo que siente por su perfecto novio.
Descubren la cruel verdad de su realidad y que su relación con Damrik se remonta más atrás en el tiempo, mucho más lejana y más cercana de lo que jamás pudo imaginar. Esto destroza a ambos, pero en lugar de rechazarla, Damrik, la reconforta, la consuela, hundiéndola aún más dentro de su fosa emocional entre quién es y el hombre del que cada vez está más enamorada.
Finalmente deja a un lado los fantasmas del cruel pasado, para dar lugar a la única verdad que le concierne a ellos dos.
Sin embargo, ¿es posible amar algo que no existe? ¿Es amor real si lo terminas lastimando? Pero más importante. ¿Tiene alguna otra opción?
Danielle Evans. Una chica demasiado madura como para considerarse una niña pero demasiado inestable como para ser un adulto. A lo largo de su corta vida ha tenido que soportar tempestades desastrosas, muertes, gritos y dolor.
Todo ello la llevó a convertirse en lo que fue. Y en lo que siempre será. Con los errores de su pasado, muchos la repudian y la apartan. Porque todo se torció desde que aquello sucedió. Jamás se lo perdonarían. Ella se encontraba sola en su calvario personal desde aquel entonces, aislada y traicionada por todos lo que amaba.
Siempre se preguntó si eso del amor era cierto. Todos decían que amarla mejor medicina, esa sensación gatificante. A ella le parecía una estupidez, un modo más de sufrir.
O al menos lo hacía hasta que aquella notificación sonó en su móvil. Una segunda oportunidad. Habían aceptado su solicitud. Sin que lo esperase, él se coló en su corazón tomándola por sorpresa, dándole una razón para salir adelante. O algo nuevo con lo que ser destruida.
Dicen que el amor entre alguien roto y alguien sano es el mejor. Que el mejor romance es entre una persona buena y una mala, porque puede curarlo con su luz.
¿Pero quién dijo que dos almas resquebrajadas no podían unirse para curarse el uno al otro?
¿Quién dijo que en vez de salir, no podían acerse compañía en la oscuridad?
El dolor de ella, el pasado de él. Ella era todo oscuridad, pero él también. Ambos se encontraron en mitad de la tempestad. Y entonces, todo aquello explotó formado la tormenta perfecta. Ella necesitaba amarse, volver a ser quien fue.
Así que, la verdadera pregunta en esta historia es:
¿Quién quiere calma después de la tormenta cuando puedes crear un huracán debastador? ¿Cuando puedes vengar y resurgir de tus escombros para un último duelo?
Esa siempre fue la eterna pregunta. La pregunta de su último "exhala".
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