La popularidad y la sensualidad era exactamente lo que describía a Maya Avner. Se consideraba una chica ruda, con una opinión sólida sobre lo que era mantener una máscara junto con una escencia de sensualidad. Era la envidia, el odio y el deseo de muchas personas que alguna vez escucharon su nombre. Sin embargo, no tenía que ser muy inteligente para descifrar que tenía reputación de zorra, falsa, hipócrita, roba novios y calienta hombres, lo que era su dura realidad, pero con un pequeño traumático doblez, el cual no todo el mundo llegó a conocer.
Kim nunca pensó que mentir en su currículum la llevaría a una completa travesía con su joven jefe.
Nico nunca pensó que darle una oportunidad a Kim la convertiría en el amor de su vida.