¿Qué haces cuando despiertas en un lugar desconocido? ¿Qué haces cuando dicho lugar parece no contar con una salida? ¿Qué haces cuando no tienes agua, comida y parece que nunca podrás salir? ¿Esperas a morir o luchas por sobrevivir? Son pocas de las interrogantes que Morgan se hace al despertar en una habitación con una luz demasiado tenue. Sólo tres palabras están en su cabeza como propósito: Tiene que salir.